Katy: el hada ambiciosa

 

 

Katy: el hada ambiciosa

 

Katy, Misy y Carol eran unas hadas que vivían juntas muchas aventuras. Un día, Katy salió a buscar comida y encontró un manjar de deliciosa comida dentro de un huerto que estaba lleno de diferentes hortalizas. Pero a Katy le ganó el egoísmo y la ambición porque decidió quedarse con todo y sin importarle sus amigas, aunque estuvieran sufriendo de hambre Misy y Carol.

A la mañana siguiente, Misy y Carol salieron y en ese momento le dijeron a Katy:

 

-          Amiga, ¿Vienes con nosotros?  Vamos a buscar comida.

 

-          No, vayan ustedes. Yo iré más tarde – contestó Katy de inmediato.

 

 

Misy y Carol salieron sin Katy. Después de buscar todo el día, regresaron a casa, pero para su sorpresa se encontraron con mucho desperdicio de comida:

 

-          ¿Y todas esas sobras de comida? – se preguntaron - ¿De dónde saldría? Porque nosotras hemos conseguido muy poco.

 

Ambas todavía tenían mucha hambre. Después, Katy llegó por la tarde con mucha comida. Pronto Misy y Carol sorprendidas le dijeron:

 

-          ¡Wow! ¡Cuánta comida! ¿Cómo supiste que tenemos mucha hambre?

 

-          No les compartiré mis alimentos, porque todo esto es para mí sola - dijo Katy con molestia.

 

Al día siguiente algo sucedió en el lugar en donde sacaba la comida Katy: las aves se lo habían llevado todo. Katy regreso a casa muy cansada porque, aunque buscó por todo el huerto, ya no encontró nada para comer.

Ese mismo día Misy y Carol se alejaron un poco más allá del huerto y encontraron un lugar lleno de bastantes alimentos. Ellas juntaron sus raciones, comieron hasta saciarse y decidieron llevarse lo demás para su casa. Cuando llegaron vieron que Katy estaba muy hambrienta:

 

-          Hay que lindas, saben, hoy no encontré comida ¿Me podrían compartir?

 

Entonces Misy y Carol le recordaron a Katy que ella había sido muy ambiciosa y egoísta cuando ellas le pidieron que les compartiera de sus alimentos. Katy, al escucharlas, se puso muy triste y reflexionando les dijo:

 

-          Tiene razón, ahora yo estoy sintiendo lo que les hice sentir cuando tenían hambre. Saben, estoy muy arrepentida.

 

 

Entonces Misy y Carol le dijeron:

 

-          Bueno, alégrate, porque claro que te compartiremos toda esta comida. Sólo queremos que aprendas a ser compartida. Así que no debes de ser ambiciosa y egoísta, porque todo lo que tu hagas recuerda que habrá alguien que te podría hacer a ti.

 

Así Katy aprendió la lección y nunca más se dejó llevar por la ambición.

 

Fin

 

 

Yaretzi Millaray Cervantes Muñoz     

Autor