Ricardo y Luna
Ricardo
y Luna
Érase una vez una navidad…
una navidad un poco triste para Ricardo porque tanto sus hermanos como sus
amigos estaban de viaje con sus abuelos. Lo anterior se agravaba porque sus padres
trabajaban todo el día. Así, una mañana salió a divertirse sólo para matar al
aburrimiento y sin darse cuenta ese día ya estaba conociendo a una nueva amiga.
Con ella se divertía a diario contando muchas historias.
Una semana después el
jardín de su casa se llenó de nieve. Ricardo y su nueva amiga aprovecharon y
empezaron a formar un muñeco de nieve. Lo vistieron, le pusieron una bufanda de
colores, el sombrero, galletas como boca y ojos y zanahoria como nariz.
Ricardo y su amiga
quedaron muy agotados por su creación y no se imaginaron que al día siguiente
cobraría vida mágicamente. Desde ese momento sintieron que el muñeco de nieve fue
el mejor regalo de navidad de toda su vida.
Además, el muñeco de
nieve les dio como regalo conocer a Santa Claus. Ricardo y su amiga conocieron su
aldea, a los duendes y cómo se organizaban para tener listos todos los regalos
que habían hecho para hacer felices a miles de niños.
Los niños convivieron con
Santa y la señora Claus y vieron la magia, el amor y el cuidado para la entrega
de los regalos.
Santa los invitó a
entregar los regalos: aprendieron sobre el espíritu de navidad y lo especial que
es para todos. Finalmente prometieron que estarían para el siguiente año con Santa
y su amigo el muñeco de nieve.
Ricardo y su amiga le dieron
las gracias a su muñeco por hacerlos felices. El muñeco de nieve les prometió
que los visitaría de nuevo para ir a la aldea de santa.
Y así, Ricardo y su nueva
amiga: Luna, pasaron la mejor navidad de su vida.
Lucia del Carmen Baez
Casiano
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