La otra cara de la luna
La otra cara de la luna La otra cara de la luna me remite a los sonidos del otoño, al mar de estrellas que deambulan por el volcán de mis praderas. La otra cara de la luna alimenta mi necedad insaciable por adquirir los deseos sofocados por el suspiro de nuestro geiser. La otra cara de la luna agita el espectro del oasis descubierto corrompido por la danza del gusano de seda sobre los pétalos del cactus. Permite que mis brazos desentierren los diminutos diamantes agitados sobre el caos que subyacen a través de los cocos en las palmeras. No permitas que se contaminen tus jugosos frutos por aquella belleza que despierta un éxtasis extinto hace eones. Aléjate de la suntuosidad exonerada sobre los barcos que arrebatan amores inocentes y tenues llevados hacia la otra cara de la luna. Corrompe las hamacas entre el sol y la luz, entre el dulce y lo fresco, que borre el antifaz de la otra cara de la luna. ...