LA FÁBULA DE LA CONEJA QUE ERA MUY TRAVIESA



LA FÁBULA DE LA CONEJA QUE ERA MUY TRAVIESA

Había una vez, en una aldea muy lejana de aquí, en donde había muchos árboles bonitos y muy altos, una coneja que era muy traviesa, pero también buena gente con todos, aunque a veces ella se paliaba con su mamá coneja, lo cual la llevó a cometer unos errores que lamentaría.

Un día de esos, la coneja que era muy traviesa se enojó mucho con su mamá coneja y le dijo de cosas muy feas, muy fuertes, que en realidad la coneja que era muy traviesa no sentía y que sólo gritó por estar muy alterada.

Entonces la mamá coneja muy decepcionada y muy molesta por los comentarios, agarró a su hija, la coneja que era muy traviesa, y que la saca de la gran casa debajo del árbol de pino en dónde vivían.
La coneja que era muy traviesa se puso a llorar mucho y mucho, y fue tanto el dolor que sintió y el arrepentimiento que pronto comenzó a pedirle perdón a su mamá coneja desde afuera de la casa por lo que había dicho.

Entonces, al ver lo que estaba sucediendo, la mamá coneja la perdonó y la abrazó muy fuerte, como nunca antes lo había hecho. Desde ese día la coneja que era muy traviesa ya no se enfada mucho con la mamá coneja y pensaba antes de contestarle de mala forma a su mamá coneja.

Moraleja:

Nunca digas de palabras malas a tu mamá o a otras personas sólo porque estas enojada o alterada, porque después te puedes arrepentir. Por ello es mejor pensar las palabras antes de decirlas.

Fin

Por Wendy Hernández Pérez 


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