A la media noche



A la media noche


A la media noche
retorno a la muerte temporal
en la misma tumba a descansar,
regreso a mi derecha:
sigue sola mi senda.

Empiezo a correr hacia atrás,
percibo una agridulzura,
una agridulzura proveniente
de tus dos hermosos vientres,
esos que me siguen atacando
porque fui yo el despiadado.

Así que sólo me sentaré
con esperanza a que renascas,
que seas parida por la luz solar,
y seas amamantada por la mañana frescural.

Equivocarme otra vez
yo ante Dios juraré:
jamás de los jamaces
yo lo haré,
pues el dioxido de tus pulmones,
es suficiente para mi templo verde
que se topa de flores
para que cuando tu gustes,
llegues y decidas quedarte:
para nunca hacia atrás volver.





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