Los perros también tienen ángeles de la guarda: caminan en Apizaco


Los perros también tienen ángeles de la guarda: caminan en Apizaco 


Unos duermen cómodamente en el interior de sus hogares sobre colchonetas de algodón y saboreando las mejores croquetas. Otros sueñan sobre el pavimento, se alimentan de lo que llega a sus narices y se dedican a vagar por las calles de Apizaco.

Pero los más afortunados descansan a la luz de la luna sobre un pasto limpio, rodeados de un muro que los protege del algún conductor alcohólico, despistado o imprudente y cenando patitas, cabezas y huacales de pollo.

¿Ya sabes de quien estamos hablando? ¡Adivinaste! Estamos platicando del mejor amigo del hombre: el perro, el cual, o mejor dicho, los cuales, son rescatados desde hace ya 3 años por Alexis Vela Hernández, una ciudadana del estado de Tlaxcala de 28 años de edad.

Con ayuda de su amiga Daniela Rosano Ramírez, dedica más de 8 horas a la semana al cuidado de hasta 30 perros, esto sin contar su tiempo libre, además de invertir cerca de setecientos pesos semanalmente en alimento.

Gracias a esto, perros pitbull, salchicha, belga y hasta los más “humildes” han podido sobrevivir bajo las duras condiciones que impone el municipio de Apizaco, en un terreno de 100 metros cuadrados en la colonia Ferrocarilera, asegura Vela Hernández.

En cuanto al tema de salud, la protectora de los animales no se ha limitado, pues agradece el favor de las veterinarias “Scooby doo”, “Croac”, “Virgo”, quienes además de no cobrar las consultas, regularmente regalan el medicamento necesario para la sanación de los rescatados.



Momentos para rescatar

Su labor social la ha llevado a dar conferencias en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) y en una escuela secundaria de su comunidad, Fray Pedro de Gante sobre la falta de responsabilidad y conciencia por parte de la ciudadanía hacia perros, gatos, entre otros animales domésticos.

Asimismo, a través de su página en Facebook “Colitas Felices Apizaco” se ha dedicado a promover el respeto y el trato digno a los animales, así como a la participación ciudadana por medio de la adopción.

Realizar este tipo de trabajo le ha permitido vivir experiencias divinas para la sensibilidad humana, tales como el rescate de una perrita mestiza, la cual fue encontrada en una fábrica de la zona industrial Xicoténcatl en estado de lactancia, por lo que se puede inferir que su dueño la abandonó luego de dar a luz a sus cachorros.

Otra vivencia fue sobre la carreta al municipio de Huamantla, en donde agarró a un perro que sangraba de la cabeza por una herida craneal. Tras permanecer algunas semanas bajo el resguardo de “Colitas Felices Apizaco”, el canino regresó a dicha jurisdicción para pasar sus días dentro de los muros de un hogar.

Palabras para meditar

Minion, nombre del can, es uno de los afortunados que sobrevivió gracias a la intervención humanitaria de Vela Hernández, quien se dio a la tarea de administrarle un suero cada 20 minutos tras recibir una operación que costó 3 mil pesos, mismos que fueron solventados por su rescatista.

Finalmente, la protectora de los animales compartió que dicho proyecto inició luego de que se percatara que algunas fundaciones que se dedicaban a la protección de animales de compañía antepusieran sus intereses frente a la labor social de rescate y cuidado animal.

En este sentido, lamentó que en la mentalidad mexicana haya escases de preocupación hacia estos seres amorosos, la existencia de una indiferencia creciente y la poca educación solidaria para estas especies.          


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